Publicado por El Aventurero el mar 17, 2013 en Prólogo a la carta número cinco. Pausas Imposibles
5.6 “Ellos pueden descubrir que el mensaje recorre los caminos de aquellos que sacrificaron su tiempo para dar la luz a los peregrinos de la razón, mientras Thoth, el mono cinocéfalo, sigue encargándose de pesar las virtudes y saberes de los catequistas devotos, mientras el ojo de todos los colores robado a Argos observa la ceremonia y sus lágrimas siguen salando la memoria de los mares”.
